Manipulación y procedimiento del acosador

 

Manipulación del entorno

 
Para poder hostigar a otro ser humano el acosador habrá de ejercer dos tipos de manipulaciones, una dirigida al entorno de la víctima y otra dirigida hacia la persona acosada:
  • Para el acosador la manipulación dirigida al entorno tiene como finalidad convertirlo en su aliado, ya sea para que colabore en el hostigamiento o bien para que no haga evidente lo obvio y para ello lo único que le pide el acosador es que no haga nada. El entorno que no hace nada se convierte en colaborador tácito del acoso.

Una forma de colaboración sería mediante el uso de ataques sutiles y ambigüedades incitados por el acosador

Los ataques sutiles hacia la víctima se usan para desestabilizarla y para eludir sus defensas psicológicas. El objetivo es infundir inseguridad e incertidumbre en la víctima que dudará sobre cómo reaccionar y se preguntará si el ataque sutil ha sido intencionado o no. El acosador o colaborador manipulado por el ciberacosador mencionará algún tema personal o incluso información privada y confidencial sobre la víctima.
Un ejemplo de esto puede ocurrir después de que el ciberacosador haya enviado correos difamatorios con información falsa, instando a los testigos/colaboradores que indaguen sobre ello. La ambigüedad se puede presentar a través de indirectas o comentarios imprecisos que además provocan frustración y tristeza en la víctima.
  • La manipulación del lenguaje dirigida a la víctima tiene como objetivo dañarla y desestabilizarla.
Ningún acoso puede perdurar sin la colaboración de los 'testigos mudos'. Cada vez que se justifica el aislamiento en las frases: 'se lo habrá buscado', o 'alguna cosa habrá hecho'. Cada vez que se mira para otra parte, cuando delante de nosotros se agrede a una persona (aunque sea con el vacío), lo que se palpa son grados de perversidad. Uno de los objetivos del acosador es aislar a la víctima de la sociedad, marginándola, creando una imagen de ésta despreciable, para que la propia sociedad la rechace. De esta forma los testigos se convierten en cómplices de un delincuente sin que éstos lo sepan.


Daño sin huellas

Las etapas por las que se pretende aplastar a una persona para luego destruirla son iguales en todos los ambientes. El 'psicoterror' es una tortura psicológica en la que se suministra la violencia en dosis pequeñas a la vez que se paraliza a la víctima con diversos procedimientos -similares a los que se utilizan en un lavado de cerebro- para que no pueda defenderse. De esta manera un individuo o grupo de individuos ejercen su poder sobre otro individuo sin que pueda defenderse. Es una violencia 'limpia', no hay huellas, los testigos no ven nada. El fin de esta violencia no es destruir al otro inmediatamente, sino someterlo poco a poco manteniéndolo a su disposición para poder utilizarlo. La destrucción del otro debe ser lenta para conseguir un crimen perfecto: no es el agresor el que mata, es el otro quien se mata. El suicidio del otro es el mayor triunfo del acosador moral, es exactamente lo que quiere.

La mayoría de agresores y testigos del acoso o Ciberacoso, tienden a relativizar e infravalorar las consecuencias de sus acciones, considerándolas meramente como una "broma pesada".
Por otro lado, los testigos resultan muy eficaces en la solución del acoso ya que éste puede continuar sólo si los espectadores lo toleran.
 
 
 

Procedimiento del acosador

La mayoría de los modelos explicativos del comportamiento psicopático del acosador tienen en común la presencia en la raíz de su patología de profundos y ocultados sentimientos de inadecuación personal y profesional procedentes de diferentes causas. Esos sentimientos, conocidos como vulgarmente <<complejo de inferioridad>>, son reprimidos en lo profundo del inconsciente y hacen que el acosador reaccione de manera violenta contra todo lo que pueda recordárselos o sugerírselos.

La solución del hostigador consiste en lugar de elevar sus propios niveles de autoestima, en rebajar los de los demás hasta lograr dejarlos por debajo de los suyos.
Con ello obtiene la compensación de quedar por encima de ellos mediante la ridiculización, la humillación o la hipercrítica sistemática de todo cuanto hacen o dicen las víctimas.

El análisis transaccional explica que el acosador en serie presenta un tipo de posición vital que se podría denominar <<Yo estoy mal, tú estás bien>>.

Dicha posición viene significada por la carencia de habilidades y destrezas, así como por lo sentimientos de inadecuación del hostigador. El comportamiento hostigador representa una forma de liberarse de los sentimientos profundos de malestar que proceden de su interior mediante la eliminación de otra persona, la víctima, que sí está dentro de una posición vital correcta del tipo <<Yo estoy bien, tú estás bien>>, pero que rápidamente empieza a pasar a la posición de <<Yo estoy bien, tú estás mal>>, hasta llegar a lo que el hostigador quiere, es decir, a adoptar su misma posición enfermiza: <<Yo estoy mal, tú estás mal>>.

El acosador es un 'depredador moral' que plantea su relación con los demás como un juego mortal, una partida de ajedrez en la que él mueve las piezas de los dos jugadores, lo primero que hace es atar las manos del otro jugador.

El acosador suele ir perfeccionando 'su técnica' con cada una de sus víctimas (acosa en serie y de forma múltiple), un acosador experimentado no comete errores, usa colaboradores para el trabajo sucio, no deja pruebas, es brutal y seguro en sus actuaciones, no duda.

La experiencia que adquiere en sus años de acoso le hace perfeccionar su técnica hasta convertirlo en un maestro de la inducción al suicidio. Se les considera asesinos psíquicos en serie.

El acosador moral es un muerto en vida que necesita la imagen de buena persona que los demás tienen de él para sobrevivir, en su obsesión por mantener esta imagen se enmascara, se lava las manos, evita manchar sus manos de sangre y echa su responsabilidad a otros.

Las tres condiciones imprescindibles, sin las cuales un acosador no puede realizar su macabra labor de destrucción psicológica de la persona que ha seleccionado como objetivo son: el secreto, la vergüenza (culpa) de la víctima y los testigos mudos.



 

Medios usados por el acosador para obtener información

 
Los ciberacosadores encuentran a sus víctimas mediante el uso de buscadores, foros, chats, y más recientemente, a través de redes sociales como Facebook, Tuenti, Habbo, MySpace, Flickr, Skype, Twitter, Sonico, Linkedin, Xing, Blogspo, etc.


Obtención de información a través de la víctima

El acosador se siente en una posición de poder desde el anonimato que se percibe mientras se está “en línea”; durante todo ese tiempo va recopilando toda la información posible acerca de su víctima, fundamentalmente en aquellos aspectos que forman parte de su vida privada y de sus movimientos en la Red.

La cantidad de información que recopile de la víctima dependerá principalmente de la inocencia de la víctima a la hora de manejar sus datos, como de la habilidad del acosador y su obsesión por la víctima, ya que cuanto más esté obsesionado, mayor interés pondrá en buscar en foros de hackers y en aprender los conocimientos informáticos necesarios para conseguir información de la víctima.

Si la víctima tiene internet buscará el modo de conectar con ella, ya sea a través de las redes sociales, de clientes de mensajería instantánea, o a través del envío de correos electrónicos infectados. Una vez consiga acceder a su correo, procederá al robo de todos sus contactos y toda su información privada. Monitorizará su ordenador mediante el uso de rootkits y registradores de teclas. Si desconoce su ubicación, irá rastreando la IP desde donde se conecta la víctima para hallar su ubicación.

 

Obtención de información a través del entorno de la víctima

Para obtener más información, o si no puede contactar con la víctima, el ciberacosador buscará información personal de la víctima usando el mismo método pero a través de su entorno: amigos, familiares, compañeros trabajo, compañeros de estudio, vecinos, etc.